Aunque suene obvio, muchos proyectos en México —ya sea una nave industrial, una oficina o una casa— arrancan con cifras estimadas que se desvían rápidamente. ¿Por qué? Porque no todos los presupuestos son iguales, y más importante aún, no todos son honestos o detallados.
Hoy te ayudaremos a identificar si el presupuesto que tienes en manos está bien aterrizado… o si te están vendiendo humo con cifras maquilladas.
¿Qué es un presupuesto de obra realista?
Un presupuesto realista no es el más barato.
Tampoco el más caro.
Es aquel que refleja con precisión el alcance del proyecto, incluye los insumos adecuados, considera la logística del sitio, y anticipa posibles variaciones de mercado o riesgos constructivos.
Un presupuesto bien hecho debe incluir:
- Costos unitarios desglosados (materiales, mano de obra, maquinaria)
- Tiempos estimados de ejecución por partida
- Impactos por ubicación geográfica
- Permisos, licencias y trámites
- Costos indirectos reales (supervisión, limpieza, seguros)
- Margen de utilidad transparente
Si lo que tienes es una tabla general con “acabados de lujo” y un número redondo… sospecha.
Señales de que tu presupuesto podría estar inflado
Aquí no se trata de desconfiar por defecto, pero sí de aprender a leer entre líneas. Estas son señales de alerta:
1. Montos globales sin desgloses claros
Una situación frecuente en proyectos de construcción es recibir un presupuesto que presenta solo montos globales, sin especificar qué partidas o conceptos están incluidos.
Por ejemplo, se entrega un documento que dice:
“Obra civil: $1,200,000 MXN”
Sin embargo, no se detalla cuántos metros cuadrados abarca, si incluye instalaciones, cimentación, acabados, o si hay algún tipo de equipamiento especial.
Este tipo de presentación impide que el cliente tenga certeza sobre qué está pagando exactamente. Aunque el monto parezca razonable a simple vista, la falta de transparencia puede llevar a confusiones o incrementos posteriores.
Recomendación: Siempre solicita que el presupuesto esté desglosado por partidas (cimentación, estructura, acabados, instalaciones, etc.). Esto te permitirá comparar, entender y tomar decisiones más informadas.
2. Utilización de partidas demasiado genéricas
Frases como “acabados premium”, “estructura metálica de alta resistencia” o “instalación completa” pueden sonar profesionales… pero son ambiguas.
En un presupuesto claro, se especifica el tipo de perfil metálico, el calibre, la marca, el rendimiento esperado, e incluso los tiempos de ejecución.
3. Márgenes excesivos disfrazados de “indirectos”
Un caso frecuente en construcciones pequeñas:
Un cliente en CDMX recibió un presupuesto donde los costos indirectos representaban el 30% del total de la obra. Al revisar, incluían cafés, gasolina y un “bono de puntualidad” que el contratista pensaba darse a sí mismo.
Dato curioso: En presupuestos bien hechos, los costos indirectos oscilan entre el 8% y 15%. Cualquier cifra mayor amerita revisión.
¿Y si tu presupuesto está subvaluado?
También hay que decirlo: los presupuestos “muy baratos” son igual de peligrosos. A menudo se hacen así para ganar la obra y después subir precios con “imprevistos”.
Algunas estrategias comunes:
- Omitir trabajos esenciales (como la impermeabilización o la preparación del terreno)
- Usar materiales de baja calidad sin avisarte
- Subestimar tiempos para forzar a contratar a más personal y aumentar costos después
¿Cómo saber si tu presupuesto es honesto?
Te dejamos una pequeña guía rápida:
✅ Tiene desgloses por partidas con especificaciones claras
✅ El costo por m² coincide con los rangos de mercado local
✅ Están contempladas todas las instalaciones (hidrosanitaria, eléctrica, voz y datos, etc.)
✅ Hay claridad en los costos indirectos
✅ Incluye cronograma o calendario tentativo
✅ Tiene notas explicativas sobre posibles variaciones
Extra tip: Pide un comparativo con dos propuestas adicionales. No para elegir al más barato, sino para entender cómo cada quien plantea el mismo proyecto.
¿Cuánto cuesta realmente construir en México?
Los precios varían mucho según el tipo de obra, pero te dejamos un rango de referencia general actualizado a 2025 (datos recopilados de fuentes como CMIC y ObrasWeb):
Tipo de obra | Rango estimado por m² |
---|---|
Casa de interés medio | $8,000 – $12,000 MXN |
Residencial personalizado | $14,000 – $22,000 MXN |
Oficina corporativa | $11,000 – $16,000 MXN |
Nave industrial estándar | $6,000 – $9,000 MXN |
Nave con especificaciones técnicas | $10,000 – $15,000 MXN |
Estos costos pueden variar dependiendo de acabados, ubicación, volumen de obra y diseño.
¿Por qué es importante contar con un presupuesto realista?
Porque un presupuesto mal planteado no solo te hará perder dinero, también tiempo, energía y confianza.
Es la base de toda la ejecución, por eso es fundamental que sea claro, transparente y bien sustentado.
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